La Diversidad Cultural también enriquece el mundo de la salud y la atención sanitaria, reconociendo distintas formas de comportarse con respecto a la higiene, la sexualidad, el trabajo, la alimentación, el ejercicio físico, el sueño, la relación con el sistema público de salud, etc., y que dan lugar a reacciones emocionalmente distintas, en relación con la valoración de los síntomas, la percepción del dolor, etc.

El punto de partida de nuestro Pueblo en materia de Salud y de relación con los Servicios de Salud, es preocupante, y aunque es una situación multicausal y tiene unos orígenes históricos de discriminación, por eso las mediadoras gitanas que guiamos los grupos, tenemos la obligación de trabajar para superarlo, colaborando con la Administración. Los objetivos que marcamos en la Escuela de salud son

  1. Romper las barreras de las desigualdades en salud, que sufrimos como gitanas.
  2. Incrementar la participación gitana en programas de detección precoz del cáncer.
  3. Formarnos como agentes de salud y monitoras de “Paciente Activo”.