Ya en este primer momento de reflexión, nos juntábamos mujeres gitanas de todas las edades, no éramos muchas, pero algunas llamaban la atención por su fuerza y su juventud, otras, nuestras Tías, por la serenidad que trasladaban a quienes les escuchaban y en entre medio, mujeres de todas las edades con una gran diversidad de inquietudes.

Nos constituimos, en un día significativo para nosotras, un 16 de noviembre, día del Pueblo Gitano en Euskadi. Somos una Organización Social, sin ánimo de lucro y con fuertes convicciones por la defensa de nuestra identidad gitana, la igualdad entre mujeres y hombres, el feminismo dialógico gitano, el antigitanismo y la lucha por los derechos humanos de todas las personas, sin discriminación alguna.

Lo hicimos por la necesidad que sentíamos de tener y, a la vez ofrecer un espacio de confianza donde poder hablar a todas las mujeres gitanas, que como nosotras querían promover la igualdad entre mujeres y hombres, el empoderamiento de la mujer gitana y, sobre todo, lo que nos dio el nombre, la reivindicación de nuestra identidad como mujeres y gitanas; y lo queríamos hacer desde un espacio asociativo y dialógico, diferenciado de lo que habíamos conocido hasta ese momento en la CAPV.